lunes, 3 de septiembre de 2007

“EL CORAZÓN INTELIGENTE MEDITA LAS PARÁBOLAS, EL SABIO ANHELA SABER ESCUCHAR” (Eclo 3,29).

Mensaje del Obispo

Muy queridos hermanos y hermanas:

Al final de la primera lectura de este domingo (2 de septiembre), el Eclesiástico nos dice: “El corazón inteligente medita las parábolas, el sabio anhela saber escuchar”.

Creo que este texto grafica muy bien la actitud que nosotros, como miembros de la Iglesia Católica en La Paz, deberíamos tener en este tiempo que nos toca vivir, es decir, por un lado una mirada atenta a nuestra realidad, a lo que acontece en nuestro país a la luz de la fe, y por otro lado, reavivar nuestra fe y esperanza, junto con toda la Iglesia de América Latina y el Caribe, para ser auténticos discípulos y apóstoles de nuestro Maestro y Señor.

El pasado 27 de julio hemos realizado nuestra jornada de oración, para pedir a Dios iluminación, serenidad y paz. Les invito a continuar con esta forma de ser porque esto es algo propio de nuestro ser cristianos, ya que somos testigos del Evangelio de Jesucristo. Seguir en vigilia y oración (escuchar) permanentes para de esta manera estar en sintonía con el espíritu de Cristo. Él ilumina y orienta nuestras decisiones; Él es capaz de transformar nuestros corazones y así ser constructores de una sociedad donde reine la fraternidad, el entendimiento, la paz… y no así la violencia, la confrontación entre hermanos o la guerra.

Al mismo tiempo, bendecimos a Dios y a nuestra Iglesia por el Don de Aparecida, plasmado en el Documento Conclusivo que ya está en nuestra manos.

Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Urge, por tanto, que todos seamos parte de este mismo y único Espíritu, sino ¿cómo ser verdaderos discípulos y misioneros de Jesucristo? ¿Cómo ser sabios capaces de escuchar y transformar nuestra realidad?. Por eso les animo a seguir caminado en el proceso que vive nuestra Arquidiócesis, anhelando que la vida de Cristo nuestro Maestro nos transforme en verdaderos discípulos misioneros; capaces que ver la vida de nuestros pueblos hoy; y que la vida de Jesucristo alcance y dé vida a nuestros pueblos. Entre otros, el Documento de Aparecida sea un punto de referencia importante en nuestra vida y en nuestras acciones como discípulos misioneros, aquí, en nuestra La Paz.

Con Cristo con Él y en Él.

+ Oscar Aparicio Céspedes
Obispo Auxiliar de La Paz

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