lunes, 20 de julio de 2009

MENSAJE DE LA CEB: FE Y VIDA



La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana aclara ante la opinión pública nacional e internacional:

Todo hombre o mujer de fe, de cualquier confesión religiosa, puede reivindicar, con su propia experiencia, el valor y la dignidad de la oración. La oración nos comunica con Dios poniendo delante de Él nuestra vida y la de nuestros hermanos, nuestros anhelos y búsquedas de una sociedad más justa y digna, encontrando en ella la fuerza para comprometernos en los cambios necesarios para que esto se haga realidad. Esta visión de fe y de sentido común, arraigada en nuestro pueblo, está lejos de ideologías superadas que ven en la religión una amenaza a sus propios proyectos de poder.

La Iglesia Católica enseña que la oración facilita un proceso de liberación interior, al tiempo que aporta a soluciones constructivas y duraderas para la convivencia social por el camino de la no violencia. A lo largo de la historia, el testimonio de vida y la sangre derramada por muchos mártires católicos en América Latina y en todo el mundo, han sido semilla para la construcción de la justicia y la paz.

La Iglesia Católica en Bolivia ha recibido críticas y acusaciones, tanto en tiempos de dictadura como en democracia, por no ser bien entendida y por tratar de ser fiel al mandato de amor que ha recibido de Jesucristo lo que, con frecuencia, la convierte en signo de contradicción en el mundo de hoy, al igual que su Maestro. “Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias”. (Mateo 5, 11)

Esta Conferencia Episcopal anima a asumir responsablemente la historia, con sus luces y sombras, siendo capaces de aprender de nuestros propios errores, de fortalecernos en nuestras virtudes y aciertos y mirando el futuro con confianza, más allá de los anclajes de amargura y resentimiento.

Ante los reiterados intentos de encontrar divisiones entre una supuesta Iglesia de base y la jerarquía eclesiástica, la Iglesia Católica afirma su unidad, porque constituye un único Pueblo de Dios, compuesto por obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, en el que actúa en corresponsabilidad y ordenada comunión jerárquica al servicio de la construcción del Reino de Dios.

En esta perspectiva de comunión universal y como respuesta al llamado que hace el Santo Padre Benedicto XVI, la Iglesia Católica en Bolivia, compartiendo el sentir de la Conferencia Episcopal de Honduras, pide a los fieles elevar sus oraciones al Señor para que ese pueblo hermano, que atraviesa momentos difíciles, sepa encontrar caminos de diálogo, reconciliación, paz y unidad.





Mons. Jesús Juárez Párraga
Secretario General
Conferencia Episcopal Boliviana

La Paz, 17 de julio de 2009.

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