Fichas de meditación
Es un planteamiento reciente: ¿Seguir al Jesús de quién la historia dice que vivió en Palestina y murió crucificado? o ¿creer en El como resucitado y Mesías de Dios, aceptando todo el sistema de valores que esa fe fundamenta?
Se podría iniciar nuestro estudio por uno o por otro punto indiferentemente; pero consideramos que para nuestra realidad y época la mejor opción es comenzar por la primera.
A esta opción la conocemos con el nombre de “Cristología Genética”; es decir; el estudio que nos ayuda a reproducir en el interlocutor el mismo proceso que siguieron los apóstoles y que va desde el encuentro humano con la persona de Jesús hasta la fe religiosa en su Trascendencia. En contraposición a la imagen antigua, deductiva, clásica.
Otra razón que obstruye el conocimiento de Jesús de Nazaret es el problema cultural; es decir, si es efectivamente posible conocer a Jesús con los métodos de conocimiento histórico que los hombres poseen hoy (muchos afirman que no). El problema es que no tenemos documentos sobre Jesús, los Evangelios no son documentos, sino testimonios de fe en El. Obras de hombres que no estaban interesados en narrar hechos, sino en el significado que habían descubierto ellos. Entonces nos preguntamos ¿No hay otros caminos? ¿Nos interesa más el contenido que el sentido y significado de conjunto? Trataremos de responder estas preguntas.
LA CUESTIÓN DEL JESUCRISTO Y EL CRISTO DE LA FE
Un poco de la historia de la cuestión:
El año 1778 fecha de aparición (a.C.) del llamado problema del “Jesús histórico”. El autor Hermann Samuel Reimarus (1694-1768) profesor de lenguas orientales en Hamburgo; dejó al morir una serie de manuscritos inéditos. 10 años más tarde son publicados por
G. E. LESSING con el título de “La intención de Jesús y sus discípulos”.
Reimarus decía: El Jesús que existió en Nazaret y el Cristo que predican los Evangelios no son lo mismo: el primero fue un MESÍAS político que fracasó. El resto lo hicieron sus discípulos por venganza: transformaron este fracaso y a su maestro con ello. El mundo no estaba preparado para tal comentario, por eso inmediatamente surgieron algunas posiciones; como también muchas dudas. Dividiremos esta discusión en etapas como se han ido planteando en la historia.
Se podría iniciar nuestro estudio por uno o por otro punto indiferentemente; pero consideramos que para nuestra realidad y época la mejor opción es comenzar por la primera.
A esta opción la conocemos con el nombre de “Cristología Genética”; es decir; el estudio que nos ayuda a reproducir en el interlocutor el mismo proceso que siguieron los apóstoles y que va desde el encuentro humano con la persona de Jesús hasta la fe religiosa en su Trascendencia. En contraposición a la imagen antigua, deductiva, clásica.
Otra razón que obstruye el conocimiento de Jesús de Nazaret es el problema cultural; es decir, si es efectivamente posible conocer a Jesús con los métodos de conocimiento histórico que los hombres poseen hoy (muchos afirman que no). El problema es que no tenemos documentos sobre Jesús, los Evangelios no son documentos, sino testimonios de fe en El. Obras de hombres que no estaban interesados en narrar hechos, sino en el significado que habían descubierto ellos. Entonces nos preguntamos ¿No hay otros caminos? ¿Nos interesa más el contenido que el sentido y significado de conjunto? Trataremos de responder estas preguntas.
LA CUESTIÓN DEL JESUCRISTO Y EL CRISTO DE LA FE
Un poco de la historia de la cuestión:
El año 1778 fecha de aparición (a.C.) del llamado problema del “Jesús histórico”. El autor Hermann Samuel Reimarus (1694-1768) profesor de lenguas orientales en Hamburgo; dejó al morir una serie de manuscritos inéditos. 10 años más tarde son publicados por
G. E. LESSING con el título de “La intención de Jesús y sus discípulos”.
Reimarus decía: El Jesús que existió en Nazaret y el Cristo que predican los Evangelios no son lo mismo: el primero fue un MESÍAS político que fracasó. El resto lo hicieron sus discípulos por venganza: transformaron este fracaso y a su maestro con ello. El mundo no estaba preparado para tal comentario, por eso inmediatamente surgieron algunas posiciones; como también muchas dudas. Dividiremos esta discusión en etapas como se han ido planteando en la historia.
(Continuará)
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