lunes, 19 de noviembre de 2007

Seminario CUIDADOS PALIATIVOS EN ENFERMOS TERMINALES


La Delegación Arquidiocesana de Pastoral de la Salud, con el apoyo del Colegio Médico y el auspicio académico de la Universidad Salesiana de Bolivia, anuncia la realización del Seminario Cuidados Paliativos en Enfermos Terminales, mismo que se realizará del 28 al 30 de noviembre en el Auditorio del Colegio Médico de Bolivia, ubicado en la calle Ballivián 1266, a partir de las 18:30 horas.

El Papa Benedicto XVI ha declarado el año 2007 como el año para la reflexión, la generación de políticas gubernamentales y de dedicación de esfuerzos de parte de la Pastoral de la Salud hacia los enfermos incurables y los enfermos terminales. La Arquidiócesis de La Paz quiere concluir la presente gestión con este Seminario y orientar a la población sobre la dignidad y la importancia de quienes se ven afectados por enfermedades incurables y que se encuentran en fase Terminal.

La Universidad Salesiana, en respuesta al llamado del santo Padre ha realizado a lo largo del año un Diplomado sobre Tanatología, dando especial énfasis a los Cuidados Paliativos en Enfermos Terminales, por ello es que respalda esta actividad.

El mencionado Seminario está destinado a profesionales médicos, psicólogos, enfermeras, agentes de Pastoral de la Salud, ministros extraordinarios de la Eucaristía, personal de las Obras de Salud de la Iglesia Católica (OSIC), personas que acompañan a enfermos terminales y público en general.

La Temática abordará temas como: La Muerte como parte de la Vida, Dolor y Sufrimiento, El Duelo, Bioética y Ortotanasia, el Enfermo Terminal: como unidad Biológica, Psicológica, Social y Espiritual, Cuidados Paliativos, Centros de Cuidados Paliativos, Terapia del Dolor y Confort del Paciente y, finalmente, Comunicación y Acompañamiento a los Enfermos Terminales y sus Familias.

Los participantes recibirán Certificados con valor curricular con carga horaria de 30 horas, otorgadas por la Universidad Salesiana y el Arzobispado de La Paz, con el respaldo del Colegio Médico de Bolivia.

MENSAJE DE LOS SEÑORES OBISPOS AL PUEBLO DE DIOS EN LA LXXXV ASAMBLEA DE LA CEB


HAGAMOS DE BOLIVIA UNA CASA DE HERMANOS PARA VIVIR Y CONVIVIR CON DIGNIDAD

Los Obispos de Bolivia, reunidos en Asamblea bajo la acción del Espíritu Santo, queremos como pastores seguir impulsando la tarea de anunciar la Buena Noticia de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, para que nuestro pueblo tenga vida en Él.

Al reflexionar sobre la realidad de nuestra Iglesia y nuestra sociedad, descubrimos luces y sombras que, si por una parte nos dan esperanza, por otra nos preocupan y afligen.

En estas consideraciones nos ha acompañado el Documento final de la Vª Conferencia General de los Obispos de América Latina y El Caribe, celebrada en el Santuario de Aparecida en Brasil, acontecimiento providencial y verdadero Pentecostés que seguimos viviendo y que marca las líneas pastorales de los próximos años en nuestra Iglesia.

LA VOCACION CRISTIANA

Aparecida nos recuerda que Jesús vino a traernos un mensaje de vida, esperanza y amor. Nos urge partir de un encuentro personal con Cristo para acogerlo como fieles discípulos y compartirlo como verdaderos misioneros, ya que “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que da un nuevo horizonte a la vida” (Benedicto XVI - Dios es Amor 1). Todos los cristianos estamos convocados a esta tarea y debemos involucrarnos en el compromiso de mejorar la vida de nuestro pueblo, porque Dios nos ha hecho sujetos de derechos y deberes en la creación e historia.

TIEMPOS DE CAMBIO
Los tiempos que vivimos en Bolivia, como en todo el continente, se caracterizan por grandes cambios que inciden profundamente en nuestra vida y en todos los ámbitos de la sociedad.

Desde la perspectiva del Evangelio de la vida, que como Iglesia constantemente hemos anunciado, es motivo de esperanza el reconocimiento que están adquiriendo los pueblos indígenas y los sectores, históricamente marginados, en el seno de nuestra sociedad, como actores y ciudadanos con pleno derecho. Muestra de eso es la elevación en Bolivia a rango de Ley de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Indígenas. Hoy no podemos pensar en una nueva Bolivia sin la participación de los pueblos indígenas, con sus riquezas culturales, morales y espirituales.

Así mismo, queremos destacar las iniciativas y preocupaciones por mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables. Ellos son para la Iglesia, siguiendo la práctica de Jesús, los predilectos y quienes tienen que estar en el corazón de todos, particularmente de los que rigen los destinos de los pueblos.

CAMBIOS PARA UNA SOCIEDAD MAS JUSTA Y FRATERNA

Estamos convencidos de la necesidad de cambios importantes y urgentes en el país. Todo cambio, sin embargo, puede ser ambiguo; por sí sólo no es garantía de progreso, crecimiento y bienestar. Para que realmente el cambio abra a nuevos horizontes de paz, justicia y convivencia fraterna, es indispensable que se realice en el respeto de la dignidad de toda persona humana y de su identidad cultural y religiosa, y que salvaguarde la libertad individual y colectiva en el ejercicio de los derechos y responsabilidades.

De ninguna manera se debe pretender, por principio, imponer el cambio u oponerse a él, recurriendo al enfrentamiento, a la violencia, a las amenazas o a manipulaciones de grupos o sectores de la población; pues son actitudes que, además de sembrar dolor, sufrimiento y luto en muchas familias y en la sociedad, van en contra de la convivencia social y desvirtúan la democracia.

El clima de tensión que se vive crea en los ciudadanos un sentimiento de inseguridad ante el futuro, agravado por los problemas económicos, como la falta de fuentes de trabajo y la subida del costo de vida, que perjudican de manera directa a los más pobres y marginados. Sin embargo, las perspectivas macroeconómicas muestran que se puede disponer de considerables recursos, que esperamos sean invertidos positivamente para mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestro país.

Aparecida nos proporciona elementos de juicio muy iluminadores acerca de esta compleja problemática: “Urge crear estructuras que consoliden un orden social, económico y político en el que no haya inequidad y donde haya posibilidades para todos. Igualmente, se requieren nuevas estructuras que promuevan una auténtica convivencia humana, que impidan la prepotencia de algunos y faciliten el diálogo constructivo para los necesarios consensos sociales” (Aparecida N. 384).

RECUPERAR LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Es urgente recuperar el sentido de racionalidad en las relaciones entre bolivianos, desterrando el recurso a la violencia que se ha convertido casi en una práctica normal, como se constata continuamente en el acontecer nacional.

Sólo y únicamente con el diálogo constructivo y sincero se logrará superar las diferencias y se alcanzarán las transformaciones urgentes requeridas en el país. Esto vale de manera especial para la Asamblea Constituyente a fin de que pueda cumplir con la grave responsabilidad de configurar estos cambios en la nueva Constitución Política del Estado, tal como el pueblo boliviano le ha confiado.

Reafirmamos lo expresado en nuestro Mensaje de marzo de 2006: “Como Iglesia reconocemos en la Constituyente una gran oportunidad de apertura a la esperanza, sin duda un “signo de los tiempos”, que nos mueve a tender puentes de encuentro y reconciliación, de diálogo, transparencia y búsqueda de consensos indispensables para una democracia verdadera, en la que todos podamos ejercer en libertad nuestros derechos y cumplir nuestras obligaciones”.

Esta gran oportunidad, con todas las esperanzas que despertó en la conciencia del país, tenemos que decirlo con dolor, está empantanada y con grave riesgo de fracasar por radicalismos, intransigencias, intereses sectoriales y revanchismos de un lado y otro.

Creemos que es preciso atenerse al marco de legalidad establecido y asumir, con claridad y decisión, los principios humanos y cristianos, que son la base de toda convivencia social: la dignidad de la persona humana, el destino universal de los bienes, la subsidiariedad, la participación, la solidaridad, el bien común, y los valores de la libertad, la verdad, la justicia, la caridad, la transparencia y la paz (Cfr. Mensaje CEB marzo 2006).

ADVIENTO TIEMPO DE RECONCILIACION Y ESPERANZA
Estas circunstancias difíciles, señaladas anteriormente, no son las determinantes en la vida del cristiano, que ve la realidad con una perspectiva más amplia. Los cristianos somos conscientes de la presencia y acción de Dios en nuestras vidas y de la importancia decisiva de su amor, recibido gracias a Jesucristo que se hizo uno de nosotros; amor que nos abre al camino de la vida plena, en todas las dimensiones personales, familiares, sociales, religiosas y culturales.

El Adviento, que se acerca, nos introduce al misterio del nacimiento de Jesús en la Navidad. Es un tiempo que nos llama a la conversión auténtica hacia Dios y los hermanos, lo cual implica un cambio profundo en la manera de pensar y en las actitudes que debemos asumir y que son necesarias para erradicar la inequidad que hoy existe en nuestro país.

“Todas las auténticas transformaciones se fraguan y forjan en el corazón de las personas e irradian en todas las dimensiones de su existencia y convivencia. No hay nuevas estructuras, si no hay hombres nuevos que movilicen y hagan converger en los pueblos, ideales y poderosas energías morales y religiosas “ (Aparecida N. 538).

El Adviento es sobre todo tiempo de nueva vida, como nos señalan los Obispos de América Latina: “En el corazón y la vida de nuestros pueblos late un fuerte sentido de esperanza, no obstante las condiciones de vida que parecen ofuscar toda esperanza. Ella se experimenta y alimenta en el presente, gracias a los dones y signos de vida nueva que se comparte; compromete en la construcción de un futuro de mayor dignidad y justicia”(Aparecida N. 536), de una casa de hermanos, donde todos tengamos una morada para vivir y convivir con dignidad.

Como Pastores y también como ciudadanos de este país, hacemos un llamado apremiante a deponer intransigencias y enfrentamientos, a utilizar las grandes potencialidades culturales, sociales, morales y espirituales que tenemos en nuestros pueblos, y a aprovechar este tiempo propicio que nos prepara a la Navidad para reconciliarnos y trabajar juntos, con la ayuda de Dios, por el progreso verdadero que todos deseamos.

Que María, la Virgen de la Esperanza, nos traiga, con su Hijo Jesús, los tiempos nuevos que tanto anhelamos para nuestra Patria.

Cochabamba, 13 de noviembre de 2007

LOS OBISPOS DE BOLIVIA

viernes, 9 de noviembre de 2007

APARECIDA: NUEVO PENTECOSTÉS


Este 8 de noviembre se inauguró la LXXXV Asamblea Ordinaria de los Obispos de Bolivia. Como es habitual en la oportunidad se pudo escuchar el Mensaje del Cardenal y también el Saludo del Nuncio Apostólico, Mons. Ivo Scapolo.Ambas intervenciones coincidieron en subrayar la importancia del acontecimiento de Aparecida como un referente trascendental para el futuro de la Iglesia Católica. Mons. Julio Terrazas se refirió a una de las ideas fuerza de este acontecimiento que compara su relevancia y oportunidad con un "Nuevo Pentecostés" para toda la Iglesia.Dijo:
"Ni duda cabe que la V Conferencia General del Episcopado celebrada en Aparecida es el acontecimiento más importante en los últimos años para la Iglesia de América Latina y el Caribe.

El Espíritu de Vida llegó con nuevo ímpetu a nuestro continente para despertar en nuestra Iglesia la vivencia del discipulado y la misionariedad en momentos de grandes y vitales cambios y de ingentes desafíos para la evangelización.

Aparecida nos permitió asumir el bagaje de experiencias eclesiales vividas durante su preparación, en la reflexión comunitaria y en los momentos fuertes de oración. Desde este acontecimiento esperanzador nos toca reemprender el camino en comunión con la vida y la fe de los pueblos latinoamericanos y del Caribe.

El documento conclusivo es el punto de partida, no como letra muerta, sino como experiencia eclesial que se vivió y se hizo oración entre pastores y los sectores del Pueblo de Dios.

Sería fantasioso pretender entrar a plenitud en el Documento Conclusivo, si lo separamos del espíritu que animó la celebración, espíritu de profunda comunión eclesial, de libertad y respeto en la pluralidad del pensamiento y de participación en las deliberaciones. Fue, sin duda, una renovada expresión de la colegialidad episcopal."

Fuente: Prensa de la CEB Web: http://www.celam.info/spol/bolivia

jueves, 8 de noviembre de 2007

LA VENERACIÓN A LAS “ÑATITAS” NO COMULGA CON LA FE CRISTIANA

La costumbre de venerar cráneos humanos sacados de sus cuerpos, a los que se han venido a denominar “ñatitas”, no corresponde a la fe cristiana, explicó Monseñor Edmundo Abastoflor, Arzobispo de La Paz, a tiempo de pedir a los sacerdotes de La Paz orientar sobre este tema a la feligresía paceña para que cambien este tipo de prácticas.

Las “ñatitas” son restos humanos, especialmente cráneos, obtenidos por profanación de tumbas y luego conservados, donados o hasta vendidos. Se les atribuyen poderes y fuerzas ocultas, que protegen de maleficios o robos a las personas o familias “propietarias”. Éstas deben retribuirles con distintas ofrendas (cigarrillos, bebidas, coca, etc.). El “día de las ñatitas”, una semana después del día de difuntos, el 8 de noviembre, se les debe llevar a “escuchar misa”. Posteriormente se les festeja con amigos y vecinos en los denominados “prestes”.

“Sin entrar ahora a querer explicar los motivos, culturales y religiosos, que están llevando a estas prácticas, vemos que no están de acuerdo con la fe y el actuar cristianos. Debemos explicar al pueblo de Dios el sentido pascual de la muerte cristiana, del destino final de los fieles difuntos, de cómo no se les puede atribuir poderes mágicos u ocultos y de que más bien hay que encomendarlos al amor infinito de Dios. No es cristiano el pretender utilizar “potencias ocultas”, queriendo ponerlas a nuestro servicio, ni para bien ni para mal”, señaló la autoridad eclesiástica..

Por esta razón es que pidió a los sacerdotes de la Arquidiócesis a enseñar que los restos mortales de las personas deben ser respetados en sus tumbas, hasta que llegue el momento de la resurrección de los muertos, cuando resucitemos con Cristo a la vida que no acaba. Por lo que no es conveniente aceptar intenciones de misas para las “ñatitas”, y, más bien, Inculcar en la gente que no es necesario ni conveniente traer restos humanos sacados de las tumbas a los templos, sino, dejar que “descansen en paz”, pidiendo al Señor por ellos.


La Paz, 7 de noviembre de 2007

La noticia en los periódicos sobre el tema
El Diario
Veneración de “ñatitas” no es cristiana
La Razón
Iglesia está en contra de las ñatitas
La Prensa
El culto a las ñatitas cobra fuerza desde hace 10 años

jueves, 1 de noviembre de 2007

LOS SANTOS ESTÁN AQUÍ


Mensaje de Monseñor Edmundo Abastoflor, Arzobispo de La Paz

Queridos hermanos y hermanas:

Estos días hemos celebrado la fiesta de Todos los Santos y la Conmemoración de los fieles difuntos. Son celebraciones religiosas profundamente arraigadas en nuestro pueblo. La gente, especialmente la más pobre y sencilla, tiene una profunda devoción a los santos, porque ve en ellos a protectores e intercesores ante Dios, para ayudarnos y acompañarnos en la vida de cada día. Los santos son, efectivamente, personas que han vivido su vida cristiana con gran intensidad y han sido fieles a Dios incluso de manera heroica. Por ejemplo el domingo pasado, 28 de octubre, han sido beatificados en Roma 28 mártires de la guerra civil española, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, laicos, religiosas y sacerdotes a quienes han matado por su fe cristiana, por ser fieles a Dios. Todos ellos, todos los santos, desde el lado de Dios, se preocupan por ayudar a los que todavía caminamos en este mundo.

Cuando recordamos a los fieles difuntos, pensamos en primer lugar en nuestros seres queridos que ya han dejado este mundo. Sabemos que la muerte no es definitiva, se refiere sólo al cuerpo, el espíritu sigue viviendo. Confiamos y esperamos que nuestros seres queridos y todos los fieles difuntos estén al lado de Dios. Si en esta vida se han apoyado en Dios y, a pesar de los pecados que hayan podido tener, han sabido arrepentirse y pedir perdón, seguro que Dios los tiene a su lado. Desde ahí nos acompañan e interceden por nosotros. Es bueno rezar por ellos, pidiendo al Señor que les perdone sus pecados, y hablar también con ellos, pidiéndoles que nos acompañen para que nosotros un día lleguemos asimismo a la vida eterna con Dios.

Ser santos significa estar llenos de Dios en nuestra vida, guiarnos por Él en todo lo que somos y lo que hacemos; hacer que Él sea el centro, el punto de referencia de nuestra existencia. Todos estamos llamados a la santidad y hay personas que siguen ese llamado; hay muchos santos y santas que viven y caminan por nuestras calles, que no sólo van a los templos, sino que en su vida individual, familiar y social tienen siempre a Dios como lo más importante de sus vidas. Hay santos que están aquí entre nosotros. Por eso, quiero invitar a todos ustedes a que caminen hacia la santidad, a que sean también santos y para ello se dejen acompañar por los santos de quienes ya estamos seguros que están en el cielo y por nuestros fieles difuntos, de quienes confiamos que también estén al lado de Dios. No hay nada mejor en esta vida que vivirla llenos de Dios.

Su hermano Obispo y amigo:

+ Edmundo Abastoflor Montero

CONVOCATORIA A JORNADAS PASTORALES ARQUIDIOCESANAS


El Arzobispado de La Paz invita a los Vicarios y representantes Vicariales, a representantes de Secretarías y Pastorales, al Clero en general, a representantes de religiosas y religiosos, de Pastorales Específicas, a representantes de Movimientos y del Consejo de Laicos a las Jornadas Pastorales Arquidiocesanas que se realizarán del 20 al 22 del presente, horas 19:00, en los salones de la Parroquia María Auxiliadora, El Prado, con motivo de la socialización de los resultados de la primera parte del proceso de renovación y actualización pastoral arquidiocesana.
Mayores informes: Oficina de Vicaría de Pastoral, Arzobispado de La Paz, piso 3º, fono 2203690.

VISITA DEL OBISPO DE HILDESHEIM


Hildesheim es una Diócesis de Alemania con la que tenemos relaciones de hermandad desde hace 20 años. El 29 de septiembre de 1987 se celebró el compromiso de hermandad. Éste significa considerarnos como iguales, conocernos, respetarnos y apoyarnos mutuamente en nuestra vida cristiana y en nuestra vida humana, aprender unos de otros de las cosas buenas que tenemos. Es una relación especialmente espiritual y humana; el apoyo material ocupa un lugar secundario.
Con motivo de los 20 años y porque hace poco que ha sido nombrado Pastor de esa Diócesis, el Obispo de Hildesheim, Mons. Norbert Trelle, ha venido a visitar las Diócesis hermanas de Bolivia por primera vez, acompañado de una delegación de la que formaban parte su brazo derecho, el Vicario General, la Sra. Presidenta de la Comisión de Hermandad en Hildesheim y dos colaboradores más. En La Paz han tenido la oportunidad de tener contacto con una parroquia, con la Pastoral de la Migración Humana, con sacerdotes y seminaristas, con la Fundación Jubileo, que ellos han ayudada a promover, y con mucha gente en la basílica de San Francisco, en una celebración de acción de gracias a Dios y en el museo de al lado, en una exposición de fotografías que muestran parte de la realidad de Bolivia. Todo esto en un día muy apretado, pero rico en experiencias.
Confiamos en que esta relación de hermandad se vaya extendiendo de parroquia a parroquia, de establecimientos educativos a otros y entre diferentes grupos cristianos. Sabemos que en Alemania hay, en la Diócesis de Hildesheim y en la Diócesis de Tréveris con la que también tenemos relación de hermandad, cientos de miles de católicos que piensan en nosotros, que rezan por nosotros y se solidarizan con nuestra vida y con nuestros problemas. Nosotros hacemos lo mismo por ellos.