Palabras de Mons. Edmundo Abastoflor a modo de mensaje en 30º número de Api Caliente
Monseñor Edmundo Abastoflor, destacó la necesidad que tiene el nuevo Estado laico boliviano de complementarse con las diferentes manifestaciones religiosas que existen en el país. La independencia del Estado frente a la fe, no quiere decir ruptura ni desconocimiento del sentimiento religioso del pueblo, sino aunar esfuerzos en busca del bien común de la sociedad.
Esos criterios fueron vertidos a tiempo de agradecer el reconocimiento dado por la Alcaldía de La Paz a la celebración religiosa del Viernes Santo. El Prelado señaló que estas expresiones de fe son parte de una realidad profunda del pueblo paceño que es el reconocimiento de la presencia de Dios en nuestra vida.
“Confiamos en este Dios que quiere acompañar y ayudar a todos sus hijos, no solo a los creyentes sino a todos los habitantes de esta tierra, Dios quiere acompañarnos en nuestro caminar para un futuro donde todos nos sintamos realizados en nuestras aspiraciones personales y ciudadanas”, señaló nuestro Pastor.
“Un Estado laico no niega la realidad religiosa de un pueblo sino que la reconoce y trabaja en una mutua cooperación, buscando del bien de las personas y la sociedad. Es lo que la Iglesia Católica pretende en nuestro pueblo, procurar el bien de todos los ciudadanos sean o no sean miembros de nuestra propia confesión religiosa. Creemos que con el aporte de todos los creyentes y de todos los ciudadanos, podemos construir una sociedad más justa, fraterna, más igualitaria donde todos alcancemos el progreso y una mejora humana y espiritual.
Mons. Edmundo recordó que Dios es alguien que quiere aportar al bien de la sociedad y, en concreto, a todos los habitantes del municipio de La Paz. Por ello, la Iglesia Católica está dispuesta a colaborar en las festividades del Bicentenario porque así, junto con el apoyo de todos, cristianos y personas de otras confesiones, es posible lograr que la ciudad de La Paz sea una ciudad digna, fraterna donde valga la pena vivir.
Durante las palabras de agradecimiento que pronunció el Arzobispo de La Paz al Consejo Municipal por el reconocimiento otorgado a la celebración del Viernes Santo señaló que estas expresiones religiosas son una realidad presente en el pueblo paceño en una mayoría cristiana y católica que sabe que Dios participa en la vida de nuestro pueblo.
“Con la ayuda de Dios podemos mucho más que solamente nosotros, en nuestra simple realidad humana, material y espiritual. Si Dios está con nosotros podemos avanzar mucho más y por eso en esta nueva situación histórica también de nuestra patria, en este Estado laico como se ha proclamado en la nueva Constitución Política, la religión y la fe tienen un aporte concreto, amplio y positivo que realizar para el progreso de nuestro pueblo y nuestra patria”. Dios es alguien que quiere aportar al bien de la sociedad y de todos los habitantes del municipio de La Paz.
Monseñor Edmundo Abastoflor, destacó la necesidad que tiene el nuevo Estado laico boliviano de complementarse con las diferentes manifestaciones religiosas que existen en el país. La independencia del Estado frente a la fe, no quiere decir ruptura ni desconocimiento del sentimiento religioso del pueblo, sino aunar esfuerzos en busca del bien común de la sociedad.
Esos criterios fueron vertidos a tiempo de agradecer el reconocimiento dado por la Alcaldía de La Paz a la celebración religiosa del Viernes Santo. El Prelado señaló que estas expresiones de fe son parte de una realidad profunda del pueblo paceño que es el reconocimiento de la presencia de Dios en nuestra vida.
“Confiamos en este Dios que quiere acompañar y ayudar a todos sus hijos, no solo a los creyentes sino a todos los habitantes de esta tierra, Dios quiere acompañarnos en nuestro caminar para un futuro donde todos nos sintamos realizados en nuestras aspiraciones personales y ciudadanas”, señaló nuestro Pastor.
“Un Estado laico no niega la realidad religiosa de un pueblo sino que la reconoce y trabaja en una mutua cooperación, buscando del bien de las personas y la sociedad. Es lo que la Iglesia Católica pretende en nuestro pueblo, procurar el bien de todos los ciudadanos sean o no sean miembros de nuestra propia confesión religiosa. Creemos que con el aporte de todos los creyentes y de todos los ciudadanos, podemos construir una sociedad más justa, fraterna, más igualitaria donde todos alcancemos el progreso y una mejora humana y espiritual.
Mons. Edmundo recordó que Dios es alguien que quiere aportar al bien de la sociedad y, en concreto, a todos los habitantes del municipio de La Paz. Por ello, la Iglesia Católica está dispuesta a colaborar en las festividades del Bicentenario porque así, junto con el apoyo de todos, cristianos y personas de otras confesiones, es posible lograr que la ciudad de La Paz sea una ciudad digna, fraterna donde valga la pena vivir.
Durante las palabras de agradecimiento que pronunció el Arzobispo de La Paz al Consejo Municipal por el reconocimiento otorgado a la celebración del Viernes Santo señaló que estas expresiones religiosas son una realidad presente en el pueblo paceño en una mayoría cristiana y católica que sabe que Dios participa en la vida de nuestro pueblo.
“Con la ayuda de Dios podemos mucho más que solamente nosotros, en nuestra simple realidad humana, material y espiritual. Si Dios está con nosotros podemos avanzar mucho más y por eso en esta nueva situación histórica también de nuestra patria, en este Estado laico como se ha proclamado en la nueva Constitución Política, la religión y la fe tienen un aporte concreto, amplio y positivo que realizar para el progreso de nuestro pueblo y nuestra patria”. Dios es alguien que quiere aportar al bien de la sociedad y de todos los habitantes del municipio de La Paz.
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